Crepes & Wafles

Detrás de una cadena de restaurantes como Crepes & Waffles nadie imagina a una pareja colombiana que lucha por lograr un equilibrio entre la rentabilidad económica de su empresa y el bienestar de sus empleados. Los esposos Beatriz Fernández y Eduardo Macía, fundadores y dueños de Crepes & Waffles, no tienen los empleados comunes que muchos imaginan. Desde que se fundó la compañía en 1980, con la apertura del primer establecimiento en la Carrera 11 con Calle 85, la cadena de restaurantes contrata únicamente a mujeres colombianas que son cabezas de hogar.

"Colombia tiene rostro de mujer y eso lo veo reflejado en cada una de las aproximadamente 3.000 colaboradoras que llegan muy temprano a nuestros locales y le ponen pecho y ganas al trabajo para levantar a sus hijos y a sus hogares. Muchas de ellas quedaron solas por la violencia del país o por situaciones personales y aún así continúan con fuerzas para seguir viviendo", explicó Fernández.

"Tenemos más de 50 restaurantes en Colombia y el mercado mundial, específicamente en países como Venezuela, España, Ecuador, Perú, México y Panamá. En todas las franquicias tratamos de que esta filosofía de contratar mujeres se mantenga intacta en las áreas de servicio al cliente, administración, producción y logística. Así mismo, es una ley que de 100 personas contratadas, al menos cinco o diez de ellas sean mujeres que no tengan experiencia ni hayan tenido alguna otra opción en el mercado laboral. Eso tiene una explicación: ¿Cómo queremos cambiar al mundo, si nosotros, los que hacemos empresas, no damos la oportunidad para que las cosas cambien?", precisó Macía, quien aseguró que en ocasiones no resulta fácil lidiar con un exceso de hormonas.

Los fundadores de Crepes & Waffles destacaron que el mejor programa de responsabilidad social es tenderle la mano a sus empleadas. "Tenemos planes que facilitan la adquisición de viviendas, además de programas de salud, planificación familiar, orientación socio-familiar y capacitación".